sábado, 9 de julio de 2016

¡Visitando Leipzig!

¡Buenas! Hoy vengo a contarles mi paso por Leipzig, una de las ciudades que tuve la oportunidad de visitar en mi viaje a Alemania

A las 7:00 nos despertamos para ir a desayunar y salir a las 8:15 de Chemnitz hacia Leipzig, viajamos en guagua y el trayecto duró aproximadamente una hora. En la estación nos esperaba la que sería nuestra guía, y nos contó cómo Leipzig era uno de los centros de comercio más importantes de Europa, donde abundaban los mercadillos, las ferias y la música. 

En la estación pudimos visitar uno de los Starbucks más bonitos del mundo, y que pueden ver con más detalle en el vídeo. 

Era inmenso e increíble, habían juntado la cafetería con una tienda de juguetes tradicionales, y podías ver miles de figuritas talladas en madera como las de la foto. 

Yo decidí no pedir nada debido a mi intolerancia a la lactosa pero todo tenía una pinta increíble en ese Starbucks.

Desde la estación fuimos a la Ópera de Leipzig, y pudimos también pasear por Augustusplatz, pasamos por la universidad (Augusteum) y nos dirigimos hacia la zona más céntrica, donde pasamos por diferentes iglesias y zonas de mercados. 

Además de visitar cómo no, el monumento a Bach. Todo esto muy rápido y en aproximadamente dos o tres horas, ya que todas las visitas terminaban al mediodía.  

La foto de la izquierda la tomé en uno de los tantos pasillos tipo mercado por los que pasamos, me pareció extremadamente bonito :)


Por último disponíamos de una hora libre para hacer lo que nos apeteciera. Así que aprovechamos para desayunar algo y decidimos visitar el Monumento a la Batalla de las Naciones o Völkerschlachtdenkmal. un nombre sencillito, ¿verdad?

Pues sí, tuvimos un gran lío para comprar los tickets ya que no podíamos hacerlo en la parada de la guagua. 

Al final los compañeros consiguieron comprarlos en un pequeño local que estaba cerca de Augustusplatz. 

Con la tontería habíamos perdido muchísimo tiempo, y el viaje en guagua hasta el Monumento duró unos 10 minutitos, así que llegábamos muy justos.

Por mi parte no decidí entrar a ver el interior del monumento aunque me hubiera encantado, pero no daba tiempo. 

Preferí no pagar para verlo con prisa y corriendo así que me quedé por los alrededores disfrutando del paisaje y las increíbles vistas, y como no, ¡tenía que haber una foto del momento! Pronto volvimos a Leipzig para que nuestra guagua nos llevara de vuelta a Chemnitz. 

La verdad es que este día el buen tiempo nos acompañó y pudimos ver todo sin la molesta lluvia, como en todas las visitas disfruté mucho aunque se me hicieron cortas. Y hasta aquí el primer post de mis aventuras por Alemania. ¡Espero que les haya gustado!



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